viernes, 20 de febrero de 2009

NÚMERO 1

QUEMAR LAS NAVES
Cuentos, Relatos y Poesías.


Editorial
Comenzamos la pequeña aventura de una revista, tratando que los sueños de tantos días se hagan en lo posible realidad.
No son sueños inmensos, apenas si alcanzan para dejarnos dormir serenos, por ahora.
Comprendan que Quemar las Naves, es un paso adelante, así lo sentimos, dejando atrás cosas inalterables, pero no por eso olvidadas, esa costumbre nuestra de no llegar nunca al horizonte, ¿se podría?
Solamente con el fervor de los jóvenes y de los no tan jóvenes es realizable, no sobra nada, pero nos basta.
QLN es una casa con puertas y ventanas abiertas para todos, que en el silencio o en el bullicio de sus vidas, borronean hojas en blanco, páginas amarillentas.
Por nuestra ruta avanzaremos mes a mes, por supuesto, no habrá tanto sacrificio, apenas pequeños desvelos.
Agradeciendo a nuestros colaboradores por su adhesión, especialmente a Josefina y Juan, que dieron el respaldo necesario para llevar a cabo QLN.
Ahora, desembarcamos y no hay marcha atrás.
Rosario, Octubre 2008.






COSAS de la vida y la muerte.

La muerte es
parte de loa vida
convierte en cosa
todo lo que toca
hombres y mujeres
grandes y pequeños
bestias y mascotas
árboles y flores
de los humanos sólo quedan lo que fueron
lo que hicieron o deshicieron
lo que amaron o desamaron
los iguala la muerte
a los mortales
los caminos de la vida
los hace diferentes
no es lo mismo
morir de amor
que matar de amor
no es lo mismo
vivir de los pobres
que morir por los pobres
no es lo mismo
pintar “viva el cáncer”
que llorar descamisado
nada es lo mismo
no es lo mismo
arrojarse al mar desengañado
que ser arrojado maniatado
no es lo mismo
desvivirse haciendo dictados
que ser un dictador para la muerte
no es lo mismo
pasar por la vida sin ser visto
que vivir hasta convertirse en mito
no es lo mismo
andar en esta vida porque sí
que vivir con pasión en un por qué
nada es lo mismo

Elda Fabri




And the winner is…

Y si…
Ahora le llaman “abstracción”
vos que pensabas sacarte un 2,34 con ese dibujo
te das cuenta de que TU ARTE, es ABSTRACTO
y que es un maravilloso paisaje “Playero”…
Cuando vos estás en tu casa lo único que hiciste fue pegar
un par de cosas (entre ellas algodones, papeles),
rompiste un par de caracoles que le sacaste a tu mamá
y usaste témpera y arena…
Sí, había quedado precioso! pero después
cuando lo miraste bien, sin penas ni glorias,
dijiste, “ podría haber sido mejor”…
Sin embargo lo presentaste, la profesora
lo miró con cara de asco, luego lo observó por
primera… segunda… y cuarta vez, para terminar diciendo:
“Es hermoso, trabajaste con el arte abstracto, no?”
y vos, lo miraste y para tus adentros dijiste
“Qué carajo es abstracto!?”
(Hasta que tus neuronas,
después de recordar la existencia de palabras abstractas
como suave o rápido y COMPRENDISTE)
… pasaron 10 segundos,
la profesora te elogió y te quedaste callada…
a la que rápidamente le respondiste:
Sí…, gracias Profe!
en tu cabeza sólo pensabas en que la próxima
le presentó un mamarracho que hice a los 5 años
Y me saco un diez…

Palabras como abstracto, producida y dale,
se usan en todas las frases, las usan todas
las personas…
“Tu arte es abstracto”…
“Cuando salgo me voy re producida”
“Salimos este viernes?”… dale!

Sinceramente, no me quejo, pero me hacen
pensar bastante… ciertas situaciones,
que no te hacen mejor, ni peor,
ni mayor, ni menor…
menos que menos… más inteligente o más burra.

Noelia Mejías




Apenas un suspiro.
La identidad tonta del vigía regodeó a mares, mientras un arma prestada le dibujaba realidades ajenas.
El espacio acotado le ayudaba burlar el frió, pero eso no alcanzaba para que asumiera la distancia entre la verdad de aquellos que sabían bien hacer del poder en dulce y en su encorsetada conformidad.
Una puerta como única entrada y como eco una única salida.
El número que escapaba al metro cuadrado, no mucho más que una lluvia de centímetros bien distribuidos, era su refugio asignado.
Saco un brazo, luego el cuerpo y con la mano aún independiente masturbaba la posibilidad de un poder prestado.
Cuando estuvo aparentemente libre, sin intentar sacar las comillas se aventuró a la ochava. Desde uno de los vientos la bala fue certera y lo desparramó por el piso sin posibilidad alguna en mañana.
La ilusión estaba acabada y la sangre era de uno más y como siempre no de uno de los tantos que terminan por lo general contando el dinero.
La policía determinaría tiempo después que se había tratado tan sólo de una bala perdida. Pero en instantes eternos, la fatalidad con nombre, desde lejos muy lejos, en la inconciencia del patíbulo, no paraba de recriminarse que a diferencia de lo que habían determinado las fuerzas de seguridad sin lugar a dudas lo que había marcado el final no era apenas una bala perdida sino por el contrario una bala encontrada, sufrida, plasmada, sin permiso al instante necesaria para suspirar un vuelta atrás.

Juan Cairo
A
A
A
A
LEOPOLDO MARECHAL

DESCUBRIMIENTO DE LA PATRIA


1
Dije yo en la Ciudad de la Yegua Tordilla:
“La Patria es un dolor que aún no tiene bautismo.”
Los apasionadores de adoquines
me clavaron sus ojos de ultramar;
y luego devoraron su par y su cebolla
y en seguida volvieron al ritmo del pisón.

2
¿Con qué derecho yo definía la Patria
bajo un cielo de pañales
y un sol que no ha encontrado en la leyenda?
Los apasionadores de adoquines
escupieron en la palma de sus manos:
en sus ojos de allende se borraba una costa
y en sus pies forasteros ya moría una danza.
“Ellos viene del mar y no escuchan”, me dije.
Llegan como el otoño, repletos de semilla,
vestido de hojas muertas.”
Yo venía del Sur en caballos de idilios:
“La Patria es un dolor que aún no sabe su nombre.”

3
Una lanza española y un cordaje francés
riman ese poema de mi sangre.
Yo también soy un hijo del otoño
que llegó del oriente sobre la tez del agua.
¿Qué harían en el Sur y en su empresa de toros
un cordaje perdido y una lanza en destierro?
Con la virtud erecta de la lanza
Yo aprendí a gobernar los rebaños furiosos;
con el desvelo puro del cordaje
yo descubrí la Patria y su inocencia.

4
La Patria era una niña de voz y pie desnudos.
Yo la vi talonear los caballos frisones
en tiempo de labranza,
o dirigir los carros graciosos del estío,
con las piernas al sol y el idioma en el aire.
(Los hombres de mi estirpe no la vieron:
sus ojos de aritmética buscaban
el tamaño y el peso de la fruta.)

5
La Patria era un retozo de niñez
En el Sur aventado, en la llanura
tamborileante de ganaderías.
Yo la vi junto al fuego de las hierras:
estampaba sus risa en los novillos;
o junto al universo de los esquiladores,
cosechando el vellón de las ovejas
y la copla en la dulces guitarras de setiembre.
(No la vieron los hombres de mi clan:
sus ojos verticales se perdían
en las cotizaciones del Mercado de Lanas)

6
Yo vi la Patria en el amanecer
que abrían los reseros con la llave
mugiente de sus tropas.
La vi en el mediodía tostado como un pan,
Entre los domadores que soltaban y ataban
el nudo de la furia de sus potrillos.
La vi junto a los pozos del agua y del amor,
¡ niña, y trazando el orbe de sus juegos!
Y la vi en el regazo de las noches australes,
dormida y con pechos no brotados aún.

7
Por eso desbordé yo mi copa de tierra
y un cachorro del viento pareció mi lenguaje.
Por eso no he logrado todavía
Sacarme de los hombros este collar de frutas,
ni poner en olvido aquel piafante
cinturón de caballos
ni esta delicia en armas que recogí en Maipú.

8
Guardosos de semilla, vestidos de hoja muerta,
los hombres de mi clan ignoran la Patria.
Con el temblor risueño del cordaje
la descubrí yo allá en Maipú.
Y, de pronto, en el mismo corazón de mi júbilo,
sentí yo la piedad que se alarmaba
y el miedo que nacía.
“La Patria es un temor que ha despertado”,
me dije yo en el Sur y en su empresa de toros.
“Niña, y pintando el orbe de sus infancia,
en su Mano derecha reposa la del ángel
y en su izquierda la mano tentadora del viento.”
El temor de la Patria y su niñez
me atravesó el costado (la cicatriz me dura).

9
Tal fue la enunciación, el derecho y la pena
que traje a la Ciudad de la Yegua Tordilla.
Y así les hablé yo a los inventores
de la ciudad plantada junto al río
y a sus ensimismados arquitectos
o a sus frutales hombres de negocios:
“La Patria es un amor en el umbral,
un pimpollo terrible y un miedo que nos busca:
no dormirán los ojos que la miran,
no dormirán ya el sueño pesado de los bueyes”.
(Los apisonadores de adoquines
masticaban su pan y su cebolla.)

10
Y así les hablé yo a los albañiles:
“La Patria es un peligro que florece:
niña y tentada por su hermoso viento,
necesario es vestirla con metales de guerra
y cazarla de acero para el baile
del laurel y la muerte.”
(Los albañiles, desde sus andamios,
hacían descender cautelosas plomadas.)

11
Y dije todavía en la Ciudad,
bajo el caliente sol de los herreros:
“No sólo hay que forjar el riñón de la Patria,
sus costillas de barro, su frente de hormigón:
es urgente poblar su costado de Arriba,
soplarle en la nariz el ciclón de los dioses:
la Patria debe ser una provincia
de la tierra y el cielo.”

12
Me clavaron sus ojos en ausencia
los amontonadores de ladrillos.
Los abismados hombres de negocio
medían en pulgadas la madera del norte.
Nadie oyó mis palabras, y era justo:
yo venía del Sur en caballos y églogas.


13
La Patria no ha de ser para nosotros
una madre de pechos reventones;
ni tampoco una hermana paralela en el tiempo
de la flor y la fruta;
ni siquiera una novia que nos pide la sangre
de un clavel o una herida.

15
Yo la vi talonear los caballos australes,
niña y pintando el orbe se sus juegos.
La Patria no ha de ser para nosotros
nada más que una hija y un miedo inevitable,
y un dolor que se lleva en el costado
sin palabra ni grito.

16
Por eso, nunca más
hablaré de la Patria




Los seis reyes magos.

Silencioso y masticando, junto a mezquinos frutos de tala, el raro sentimiento que surge de la mezcla de la amargura y la bronca; Ramón no deja de preguntarse qué diablos tienen los Reyes Magos contra él y sus hermanos.
¿¡Tanto van a dar vuelta por una pelota!? Si ni siquiera puso en la carta que fuera de cuero.
Y la bronca se agudiza cuando piensa que en la estancia de los Pérez Basualdo el 6 de enero reluce un árbol lleno de regalos, según se lo contó Juancho, el hijo del capataz.
Sin embargo para él, un puñado de caramelos. Y no es que sea desagradecido pero no siquiera tuvieron la gentileza de mandarlos distintos a los que vende doña Elvira en el almacén.
Tal vez es el peso de este malestar el que le hace sentir la necesidad de compartir su angustia, y mientras apura al Malacara arriendo a las lecheras hasta el bebedero, se atreve darle a conocer su queja a José, quien enancado prueba puntería apedreando lagartijas y teyúes escurridizos.
- Es que son seis – Recibe como respuesta en un tono muy seguro de los labios de su compañero, con esa seguridad que nace de los que tiene los temas muy bien estudiados.
Antes las palabras de su amigo, Ramón, troca sus cara de desilusión por la de asombro acentuado por una boca redonda como una “o”.
- ¿Qué decís? ¿Qué cosa son seis?
- ¡Los Reyes, abombau! ¿De qué estamos hablando?
- ¿De dónde lo sacaste?, si siempre se habló de tres Reyes.
José abandona la gomera porque la fundamentación necesita ser clara.
- Tres son para los otros – dice sin titubear.
- ¿Cuáles otros?
- Los que se parecen a los Pérez Basualdo, a los Sánchez Regiardo… a los patucos, ¿viste? En cambio para acá adentro vienen los Tres nuestros. Los que están acostumbrados a cruzar alambrados, esos que se llenan de molestas rosetas y hasta llegan a lastimarse con los garabatos del monte, de seguro que ni le han de haber preparado camellos. ¡Qué le van a dar a los pobres que nunca pueden traer más que un puñado de caramelos!
Después de escuchar a su amigo, el Ramón siente remordiendo, piensa en aquellos Tres pobrecitos que de seguro, por lo que cuenta José, deben andar con las alpargatas gastadas. Ya no le parece tan feo ese día. Dirige la mirada hacia una nube y guiña un ojo…. Después de todo son ricos estos caramelos que se parecen a los de doña Elvira.

Patricia Pezzimenti




DILE AL TIEMPO QUE VUELVA.

DILE AL TIEMPO QUE VUELVA
PERO DESPACITO ENTRE DIENTES
EN SUSURROS COMO CUANDO LLAMAS
A TU DIOS A LOS FANTASMAS A
UNA PANTERA EN LA NEGRURA DE
LA NOCHE
ÉL ESTARÁ AQUÍ JUNTO A
TUS PIES
MALTRECHO COMO CASI TODA
SU VIDA
TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR
TODO TIMEPO PASADO
ES PARA LAS ESTADÍSTICAS
TODO

ESTAS IDEAS SON DE MUCHO PELIGRO
NO LLEGARON HASTA EL FINAL
Y LOS DULCES COMPAÑEROS
DEJARON LAS SALAS DESIERTAS
DOLIDAS
ALGÚN ÍNTIMO DÍA
PASADOS DE JÚBILO
AHOGADOS CON AGUA
DESPERDICIADAMENTE MUERTOS
TODO TIEMPO PASADO FUE
TODO TIEMPO PASADO
ME VIVE PIDIENDO AYUDA
TODO

CUANDO LAS PRIMERAS SOMBRAS
CAIGAN SOBRE EL VIEJO ÁLAMO
DEL PATIO
YA NO SERÉ EL MISMO
LAS SOMBRAS, LAS SOMBRAS
NUNCA LAS PUDE TOLERAR
Y NO REPARARÉ EN NADA
PERDEDOR EXTRAÑO DE
OJOS VEDADOS A LA LUZ
TODO TIEMPO PASADO
TODO TIEMPO PASADO
ES DISTANCIA OPRESORA
TODO

EL RECUERDO CONVOCA A
JUGAR CONTRA EL HAMBRE
EN UNA GUERRA INCRUENTA
YO Y MI MADRE
PUDE SER UN SOLDADITO
PUDE SER
PUDE SER UN VAPORCITO
PUDE SER
EL HAMBRE NUNCA SE ATREVIÓ
A TANTO
TODO TIEMPO
TODO TIEMPO PASADO
RONRONEA COMO UN GATO
TODO

HE VISTO AL TIEMPO VOLVER
Y A LA PEQUEÑA EDAD
LA POSIBILIDAD DE SALTAR
ESOS AÑOS ME AMORTIGUÓ
EN EL PISO
EL SILENCIO ME PEGA EN
LA CARA
ESPERABA OTRA COSA
UN SUCESO
ALGO PARA DESPUÉS CONTAR
ALGUIEN QUE ME DIJERA
SOS
TODO
TODO TIEMPO PASADO
SALTA A LA VISTA
TODO

CARLOS ARROYO
PUCHO
1-07-2000




OCTUBRE en noviembre

LA LEALTAD DE LOS DÍAS.
EL DÍA EN QUE EL FUERTE SOL DEL DESIERTO Y LOS CÁLIDOS
VIENTOS SECARON EL MAR INTERIOR PARA DAR PASO A LAS
ARENAS Y LOS CUERVOS
COMENZARON LAS MIGRACIONES
LOS PIES SE ABOCARON A LA TIERRA LAS MANOS A LAS COSAS
LA CABEZA A LOS PAJARITOS
MI MITAD MÁS UNO ESTABA POR LA HUIDA DECISIVA AL OTRO
MUNDO
MIS VIEJAS MINORÍAS TAN EMPEÑOSAS VOCIFERABAN MEJOR
MORIR MEJOR MORIR
FUE ENTONCES QUE ME AGARRARON ESTOS SALVAJES DE LAS
TRIBUS PERDIDAS REJUNTADAS RENEGRIDAS DEL DESIERTO
Y ME ENSEÑARON A DESBROZAR MIS ESPEJISMOS ESPERAR
LAS NOCHES PROPICIAS OÍR SOBRE LA TIERRA LO QUE VIENE
Y AQUÍ ESTOY VUELAN MIS PIES MIS MANOS ROMPEN MI CABEZA
ESTÁ QUE TRINA
TENGO LISTO EL TRABUCO UNA BALSA DE PALMERA Y
ESPIGÓN PARA LOS DÍAS DE NOSTALGIA
LOS DE ACÁ ME HAN DICHO QUE AÚN VOLVERÁN AL CORAZÓN
LAS GRANDES OLAS UN POCO DE FRESCURA MAREMOTOS
TORMENTAS TRANSFORMACIONES.
ALBERTO SZPUNBERG
(DEL LIBRO: EL CHE AMOR – 1965)


ALBA DEL CHE

COMO QUIEN TOMA MATE, FRIE UN HUEVO
O ARREGLA LA CANILLA QUE GOTEABA,
CUANDO DIERON CON ÉL SE PREPARABA
A PONERSE LA PIEL DEL HOMBRE NUEVO.

TAN NUEVO, TANTO, QUE NI ÉL, SIQUIERA,
PUDO SABERLO, Y SE CREYÓ PERDIDO
Y FRACASADO, ESE RECIÉN NACIDO
AL QUE TAN ENVIABLE VIDA ESPERA.

ADÁN DE UN PARAÍSO CON MANZANAS
Y MOZART PARA TODOS, EN LA TIERRA,
NO LO CONTIENE EL ATAUD QUE ENCIERRA.

SUS CENIZAS Y LÁSTIMAS HUMANAS:
MIENTRAS HIEDE, SE PUDRE Y DESVANECE
LO QUE QUIZO MATARLO, ÉL AMANECE.

LUIS ALBERTO MURRAY
(DEL LIBRO: AMÉRICA CLAVADA EN MI COSTADO – 1968)

A

A
A

Presentan un libro sobre el ex Servicio de Informaciones.
Memorias de la Rosario oscura

El resultado de años de investigación en “El Pozo”, plasmado en papel por la Editorial Prohistoria, será presentado el miércoles 4 de diciembre en el local de SADOP, Paraguay 1567, a las 19: 30 hs.

La publicación aborda la problemática de la memoria del pasado reciente. Parte de alguna manera de la particularidad de la recuperación del principal Centro Clandestino de la ciudad de Rosario, El Pozo, que estaba ubicado en la ex Jefatura de Policía de Rosario. A partir de la recuperación material de ese espacio se implementó un proyecto de recuperación de la memoria, a partir de incluir al sobreviviente del Centro Clandestino, de sumar a jóvenes investigadores de la nuestra ciudad, de distintas disciplinas, en la construcción de esa memoria, y proponer una metodología de abordaje de qué hacer con estos lugares, que hay cientos en el país, para qué deberían ser recuperados y cómo finalmente debería ser incorporada nuestra comunidad en esa reconstrucción.
Silvia Bianchi, la directora del Equipo de Investigación por la Memoria Político – Cultural, sostiene sobre la obra que: “Así cómo de debe incluir en las políticas de salud, en las políticas de educación a la sociedad, acá también se incluye una propuesta de cómo hacer participar en esta recuperación y en esta sanación de esta tragedia histórica a la sociedad toda. Porque es algo que nos compete, esto más que nada a todos. Consiste básicamente en eso, y en poder reflexionar. Creo que una de las preguntas que debemos recuperar como pregunta fundante de nuestra cultura, que como toda cultura debe permanente pensar, ¿qué es la vida y qué es la muerte? Mientras no volvamos a hacer relacional esa pregunta fundante de cualquier cultura, que es lo que realmente se sostiene a lo largo del libro, da vuelta todo el tiempo esa pregunta. Después hay dos epílogos, con respecto a poder pensar esto que está todavía sin resolver”

“El Pozo”
Del Equipo de Investigación
por la Memoria Política – Cultural
Prehistoria Ediciones.
Rosario, Octubre de 2008.
600 páginas. $ 85

No hay comentarios:

Publicar un comentario