tag:blogger.com,1999:blog-22944841197102646352024-03-05T03:39:06.891-08:00QUEMAR LAS NAVESQUEMAR LAS NAVEShttp://www.blogger.com/profile/16591292606503595068noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-2294484119710264635.post-33007216773131932522009-02-20T18:10:00.000-08:002009-02-20T18:29:44.213-08:00NÚMERO 1<span style="font-family:verdana;font-size:180%;">QUEMAR LAS NAVES</span><br />Cuentos, Relatos y Poesías.<br /><br /><br /><div align="justify"><span style="font-family:verdana;"><span style="color:#cc0000;"><strong><span style="font-size:130%;">Editorial</span></strong> </span><br />Comenzamos la pequeña aventura de una revista, tratando que los sueños de tantos días se hagan en lo posible realidad.<br />No son sueños inmensos, apenas si alcanzan para dejarnos dormir serenos, por ahora.<br />Comprendan que Quemar las Naves, es un paso adelante, así lo sentimos, dejando atrás cosas inalterables, pero no por eso olvidadas, esa costumbre nuestra de no llegar nunca al horizonte, ¿se podría?<br />Solamente con el fervor de los jóvenes y de los no tan jóvenes es realizable, no sobra nada, pero nos basta.<br />QLN es una casa con puertas y ventanas abiertas para todos, que en el silencio o en el bullicio de sus vidas, borronean hojas en blanco, páginas amarillentas.<br />Por nuestra ruta avanzaremos mes a mes, por supuesto, no habrá tanto sacrificio, apenas pequeños desvelos.<br />Agradeciendo a nuestros colaboradores por su adhesión, especialmente a Josefina y Juan, que dieron el respaldo necesario para llevar a cabo QLN.<br />Ahora, desembarcamos y no hay marcha atrás.<br />Rosario, Octubre 2008.</span><br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:130%;"><strong><span style="color:#cc0000;">COSAS de la vida y la muerte.</span></strong><br /></span><br />La muerte es<br />parte de loa vida<br />convierte en cosa<br />todo lo que toca<br />hombres y mujeres<br />grandes y pequeños<br />bestias y mascotas<br />árboles y flores<br />de los humanos sólo quedan lo que fueron<br />lo que hicieron o deshicieron<br />lo que amaron o desamaron<br />los iguala la muerte<br />a los mortales<br />los caminos de la vida<br />los hace diferentes<br />no es lo mismo<br />morir de amor<br />que matar de amor<br />no es lo mismo<br />vivir de los pobres<br />que morir por los pobres<br />no es lo mismo<br />pintar “viva el cáncer”<br />que llorar descamisado<br />nada es lo mismo<br />no es lo mismo<br />arrojarse al mar desengañado<br />que ser arrojado maniatado<br />no es lo mismo<br />desvivirse haciendo dictados<br />que ser un dictador para la muerte<br />no es lo mismo<br />pasar por la vida sin ser visto<br />que vivir hasta convertirse en mito<br />no es lo mismo<br />andar en esta vida porque sí<br />que vivir con pasión en un por qué<br />nada es lo mismo<br /><br /><strong>Elda Fabri</strong><br /><br /><br /><br /></span><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:130%;"><br /><strong><span style="color:#cc0000;">And the winner is…</span></strong></span><br />Y si…<br />Ahora le llaman “abstracción”<br />vos que pensabas sacarte un 2,34 con ese dibujo<br />te das cuenta de que TU ARTE, es ABSTRACTO<br />y que es un maravilloso paisaje “Playero”…<br />Cuando vos estás en tu casa lo único que hiciste fue pegar<br />un par de cosas (entre ellas algodones, papeles),<br />rompiste un par de caracoles que le sacaste a tu mamá<br />y usaste témpera y arena…<br />Sí, había quedado precioso! pero después<br />cuando lo miraste bien, sin penas ni glorias,<br />dijiste, “ podría haber sido mejor”…<br />Sin embargo lo presentaste, la profesora<br />lo miró con cara de asco, luego lo observó por<br />primera… segunda… y cuarta vez, para terminar diciendo:<br />“Es hermoso, trabajaste con el arte abstracto, no?”<br />y vos, lo miraste y para tus adentros dijiste<br />“Qué carajo es abstracto!?”<br />(Hasta que tus neuronas,<br />después de recordar la existencia de palabras abstractas<br />como suave o rápido y COMPRENDISTE)<br />… pasaron 10 segundos,<br />la profesora te elogió y te quedaste callada…<br />a la que rápidamente le respondiste:<br />Sí…, gracias Profe!<br />en tu cabeza sólo pensabas en que la próxima<br />le presentó un mamarracho que hice a los 5 años<br />Y me saco un diez…<br /><br />Palabras como abstracto, producida y dale,<br />se usan en todas las frases, las usan todas<br />las personas…<br />“Tu arte es abstracto”…<br />“Cuando salgo me voy re producida”<br />“Salimos este viernes?”… dale!<br /><br />Sinceramente, no me quejo, pero me hacen<br />pensar bastante… ciertas situaciones,<br />que no te hacen mejor, ni peor,<br />ni mayor, ni menor…<br />menos que menos… más inteligente o más burra.<br /><br /><strong>Noelia Mejías</strong><br /><br /><br /><br /><br /><span style="font-size:130%;color:#cc0000;"><strong>Apenas un suspiro.</strong></span><br />La identidad tonta del vigía regodeó a mares, mientras un arma prestada le dibujaba realidades ajenas.<br />El espacio acotado le ayudaba burlar el frió, pero eso no alcanzaba para que asumiera la distancia entre la verdad de aquellos que sabían bien hacer del poder en dulce y en su encorsetada conformidad.<br />Una puerta como única entrada y como eco una única salida.<br />El número que escapaba al metro cuadrado, no mucho más que una lluvia de centímetros bien distribuidos, era su refugio asignado.<br />Saco un brazo, luego el cuerpo y con la mano aún independiente masturbaba la posibilidad de un poder prestado.<br />Cuando estuvo aparentemente libre, sin intentar sacar las comillas se aventuró a la ochava. Desde uno de los vientos la bala fue certera y lo desparramó por el piso sin posibilidad alguna en mañana.<br />La ilusión estaba acabada y la sangre era de uno más y como siempre no de uno de los tantos que terminan por lo general contando el dinero.<br />La policía determinaría tiempo después que se había tratado tan sólo de una bala perdida. Pero en instantes eternos, la fatalidad con nombre, desde lejos muy lejos, en la inconciencia del patíbulo, no paraba de recriminarse que a diferencia de lo que habían determinado las fuerzas de seguridad sin lugar a dudas lo que había marcado el final no era apenas una bala perdida sino por el contrario una bala encontrada, sufrida, plasmada, sin permiso al instante necesaria para suspirar un vuelta atrás.<br /><br /><strong>Juan Cairo</strong><br /><span style="color:#000000;">A</span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:Verdana;color:#000000;">A</span></div><div align="justify"><span style="font-family:Verdana;color:#000000;">A</span></div><div align="justify"><span style="font-family:Verdana;color:#000000;">A</span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;"><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;"><span style="color:#cc0000;"><strong><span style="font-size:130%;">LEOPOLDO MARECHAL</span></strong><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;">DESCUBRIMIENTO DE LA PATRIA</span></strong></span><br /><br /><strong>1</strong><br />Dije yo en la Ciudad de la Yegua Tordilla:<br />“La Patria es un dolor que aún no tiene bautismo.”<br />Los apasionadores de adoquines<br />me clavaron sus ojos de ultramar;<br />y luego devoraron su par y su cebolla<br />y en seguida volvieron al ritmo del pisón.<br /><br /><strong>2</strong><br />¿Con qué derecho yo definía la Patria<br />bajo un cielo de pañales<br />y un sol que no ha encontrado en la leyenda?<br />Los apasionadores de adoquines<br />escupieron en la palma de sus manos:<br />en sus ojos de allende se borraba una costa<br />y en sus pies forasteros ya moría una danza.<br />“Ellos viene del mar y no escuchan”, me dije.<br />Llegan como el otoño, repletos de semilla,<br />vestido de hojas muertas.”<br />Yo venía del Sur en caballos de idilios:<br />“La Patria es un dolor que aún no sabe su nombre.”<br /><br /><strong>3</strong><br />Una lanza española y un cordaje francés<br />riman ese poema de mi sangre.<br />Yo también soy un hijo del otoño<br />que llegó del oriente sobre la tez del agua.<br />¿Qué harían en el Sur y en su empresa de toros<br />un cordaje perdido y una lanza en destierro?<br />Con la virtud erecta de la lanza<br />Yo aprendí a gobernar los rebaños furiosos;<br />con el desvelo puro del cordaje<br />yo descubrí la Patria y su inocencia.<br /><br /><strong>4<br /></strong>La Patria era una niña de voz y pie desnudos.<br />Yo la vi talonear los caballos frisones<br />en tiempo de labranza,<br />o dirigir los carros graciosos del estío,<br />con las piernas al sol y el idioma en el aire.<br />(Los hombres de mi estirpe no la vieron:<br />sus ojos de aritmética buscaban<br />el tamaño y el peso de la fruta.)<br /><br /><strong>5</strong><br />La Patria era un retozo de niñez<br />En el Sur aventado, en la llanura<br />tamborileante de ganaderías.<br />Yo la vi junto al fuego de las hierras:<br />estampaba sus risa en los novillos;<br />o junto al universo de los esquiladores,<br />cosechando el vellón de las ovejas<br />y la copla en la dulces guitarras de setiembre.<br />(No la vieron los hombres de mi clan:<br />sus ojos verticales se perdían<br />en las cotizaciones del Mercado de Lanas)<br /><br /><strong>6</strong><br />Yo vi la Patria en el amanecer<br />que abrían los reseros con la llave<br />mugiente de sus tropas.<br />La vi en el mediodía tostado como un pan,<br />Entre los domadores que soltaban y ataban<br />el nudo de la furia de sus potrillos.<br />La vi junto a los pozos del agua y del amor,<br />¡ niña, y trazando el orbe de sus juegos!<br />Y la vi en el regazo de las noches australes,<br />dormida y con pechos no brotados aún.<br /><br /><strong>7</strong><br />Por eso desbordé yo mi copa de tierra<br />y un cachorro del viento pareció mi lenguaje.<br />Por eso no he logrado todavía<br />Sacarme de los hombros este collar de frutas,<br />ni poner en olvido aquel piafante<br />cinturón de caballos<br />ni esta delicia en armas que recogí en Maipú.<br /><br /><strong>8<br /></strong>Guardosos de semilla, vestidos de hoja muerta,<br />los hombres de mi clan ignoran la Patria.<br />Con el temblor risueño del cordaje<br />la descubrí yo allá en Maipú.<br />Y, de pronto, en el mismo corazón de mi júbilo,<br />sentí yo la piedad que se alarmaba<br />y el miedo que nacía.<br />“La Patria es un temor que ha despertado”,<br />me dije yo en el Sur y en su empresa de toros.<br />“Niña, y pintando el orbe de sus infancia,<br />en su Mano derecha reposa la del ángel<br />y en su izquierda la mano tentadora del viento.”<br />El temor de la Patria y su niñez<br />me atravesó el costado (la cicatriz me dura).<br /><br /><strong>9</strong><br />Tal fue la enunciación, el derecho y la pena<br />que traje a la Ciudad de la Yegua Tordilla.<br />Y así les hablé yo a los inventores<br />de la ciudad plantada junto al río<br />y a sus ensimismados arquitectos<br />o a sus frutales hombres de negocios:<br />“La Patria es un amor en el umbral,<br />un pimpollo terrible y un miedo que nos busca:<br />no dormirán los ojos que la miran,<br />no dormirán ya el sueño pesado de los bueyes”.<br />(Los apisonadores de adoquines<br />masticaban su pan y su cebolla.)<br /><br /><strong>10</strong><br />Y así les hablé yo a los albañiles:<br />“La Patria es un peligro que florece:<br />niña y tentada por su hermoso viento,<br />necesario es vestirla con metales de guerra<br />y cazarla de acero para el baile<br />del laurel y la muerte.”<br />(Los albañiles, desde sus andamios,<br />hacían descender cautelosas plomadas.)<br /><br /><strong>11</strong><br />Y dije todavía en la Ciudad,<br />bajo el caliente sol de los herreros:<br />“No sólo hay que forjar el riñón de la Patria,<br />sus costillas de barro, su frente de hormigón:<br />es urgente poblar su costado de Arriba,<br />soplarle en la nariz el ciclón de los dioses:<br />la Patria debe ser una provincia<br />de la tierra y el cielo.”<br /><br /><strong>12</strong><br />Me clavaron sus ojos en ausencia<br />los amontonadores de ladrillos.<br />Los abismados hombres de negocio<br />medían en pulgadas la madera del norte.<br />Nadie oyó mis palabras, y era justo:<br />yo venía del Sur en caballos y églogas.<br /><br /><br /><strong>13</strong><br />La Patria no ha de ser para nosotros<br />una madre de pechos reventones;<br />ni tampoco una hermana paralela en el tiempo<br />de la flor y la fruta;<br />ni siquiera una novia que nos pide la sangre<br />de un clavel o una herida.<br /></div></span><p align="justify"><span style="font-family:verdana;"><strong>15</strong><br />Yo la vi talonear los caballos australes,<br />niña y pintando el orbe se sus juegos.<br />La Patria no ha de ser para nosotros<br />nada más que una hija y un miedo inevitable,<br />y un dolor que se lleva en el costado<br />sin palabra ni grito.<br /><br /><strong>16</strong><br />Por eso, nunca más<br />hablaré de la Patria<br /><br /><br /><br /><strong><br /><span style="font-size:130%;color:#cc0000;">Los seis reyes magos.</span></strong><br />Silencioso y masticando, junto a mezquinos frutos de tala, el raro sentimiento que surge de la mezcla de la amargura y la bronca; Ramón no deja de preguntarse qué diablos tienen los Reyes Magos contra él y sus hermanos.<br />¿¡Tanto van a dar vuelta por una pelota!? Si ni siquiera puso en la carta que fuera de cuero.<br />Y la bronca se agudiza cuando piensa que en la estancia de los Pérez Basualdo el 6 de enero reluce un árbol lleno de regalos, según se lo contó Juancho, el hijo del capataz.<br />Sin embargo para él, un puñado de caramelos. Y no es que sea desagradecido pero no siquiera tuvieron la gentileza de mandarlos distintos a los que vende doña Elvira en el almacén.<br />Tal vez es el peso de este malestar el que le hace sentir la necesidad de compartir su angustia, y mientras apura al Malacara arriendo a las lecheras hasta el bebedero, se atreve darle a conocer su queja a José, quien enancado prueba puntería apedreando lagartijas y teyúes escurridizos.<br />- Es que son seis – Recibe como respuesta en un tono muy seguro de los labios de su compañero, con esa seguridad que nace de los que tiene los temas muy bien estudiados.<br />Antes las palabras de su amigo, Ramón, troca sus cara de desilusión por la de asombro acentuado por una boca redonda como una “o”.<br />- ¿Qué decís? ¿Qué cosa son seis?<br />- ¡Los Reyes, abombau! ¿De qué estamos hablando?<br />- ¿De dónde lo sacaste?, si siempre se habló de tres Reyes.<br />José abandona la gomera porque la fundamentación necesita ser clara.<br />- Tres son para los otros – dice sin titubear.<br />- ¿Cuáles otros?<br />- Los que se parecen a los Pérez Basualdo, a los Sánchez Regiardo… a los patucos, ¿viste? En cambio para acá adentro vienen los Tres nuestros. Los que están acostumbrados a cruzar alambrados, esos que se llenan de molestas rosetas y hasta llegan a lastimarse con los garabatos del monte, de seguro que ni le han de haber preparado camellos. ¡Qué le van a dar a los pobres que nunca pueden traer más que un puñado de caramelos!<br />Después de escuchar a su amigo, el Ramón siente remordiendo, piensa en aquellos Tres pobrecitos que de seguro, por lo que cuenta José, deben andar con las alpargatas gastadas. Ya no le parece tan feo ese día. Dirige la mirada hacia una nube y guiña un ojo…. Después de todo son ricos estos caramelos que se parecen a los de doña Elvira.<br /><br /><strong>Patricia Pezzimenti</strong><br /><br /><br /><br /><br /><span style="color:#cc0000;"><strong><span style="font-size:130%;">DILE AL TIEMPO QUE VUELVA.</span></strong><br /></span><br />DILE AL TIEMPO QUE VUELVA<br />PERO DESPACITO ENTRE DIENTES<br />EN SUSURROS COMO CUANDO LLAMAS<br />A TU DIOS A LOS FANTASMAS A<br />UNA PANTERA EN LA NEGRURA DE<br />LA NOCHE<br />ÉL ESTARÁ AQUÍ JUNTO A<br />TUS PIES<br />MALTRECHO COMO CASI TODA<br />SU VIDA<br />TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR<br />TODO TIMEPO PASADO<br />ES PARA LAS ESTADÍSTICAS<br />TODO<br /><br />ESTAS IDEAS SON DE MUCHO PELIGRO<br />NO LLEGARON HASTA EL FINAL<br />Y LOS DULCES COMPAÑEROS<br />DEJARON LAS SALAS DESIERTAS<br />DOLIDAS<br />ALGÚN ÍNTIMO DÍA<br />PASADOS DE JÚBILO<br />AHOGADOS CON AGUA<br />DESPERDICIADAMENTE MUERTOS<br />TODO TIEMPO PASADO FUE<br />TODO TIEMPO PASADO<br />ME VIVE PIDIENDO AYUDA<br />TODO<br /><br />CUANDO LAS PRIMERAS SOMBRAS<br />CAIGAN SOBRE EL VIEJO ÁLAMO<br />DEL PATIO<br />YA NO SERÉ EL MISMO<br />LAS SOMBRAS, LAS SOMBRAS<br />NUNCA LAS PUDE TOLERAR<br />Y NO REPARARÉ EN NADA<br />PERDEDOR EXTRAÑO DE<br />OJOS VEDADOS A LA LUZ<br />TODO TIEMPO PASADO<br />TODO TIEMPO PASADO<br />ES DISTANCIA OPRESORA<br />TODO<br /><br />EL RECUERDO CONVOCA A<br />JUGAR CONTRA EL HAMBRE<br />EN UNA GUERRA INCRUENTA<br />YO Y MI MADRE<br />PUDE SER UN SOLDADITO<br />PUDE SER<br />PUDE SER UN VAPORCITO<br />PUDE SER<br />EL HAMBRE NUNCA SE ATREVIÓ<br />A TANTO<br />TODO TIEMPO<br />TODO TIEMPO PASADO<br />RONRONEA COMO UN GATO<br />TODO<br /><br />HE VISTO AL TIEMPO VOLVER<br />Y A LA PEQUEÑA EDAD<br />LA POSIBILIDAD DE SALTAR<br />ESOS AÑOS ME AMORTIGUÓ<br />EN EL PISO<br />EL SILENCIO ME PEGA EN<br />LA CARA<br />ESPERABA OTRA COSA<br />UN SUCESO<br />ALGO PARA DESPUÉS CONTAR<br />ALGUIEN QUE ME DIJERA<br />SOS<br />TODO<br />TODO TIEMPO PASADO<br />SALTA A LA VISTA<br />TODO<br /><br /><strong>CARLOS ARROYO<br />PUCHO<br />1-07-2000<br /></strong><br /><br /><br /><br /><span style="font-size:130%;color:#cc0000;"><strong>OCTUBRE en noviembre</strong></span><br /><br />LA LEALTAD DE LOS DÍAS.<br />EL DÍA EN QUE EL FUERTE SOL DEL DESIERTO Y LOS CÁLIDOS<br />VIENTOS SECARON EL MAR INTERIOR PARA DAR PASO A LAS<br />ARENAS Y LOS CUERVOS<br />COMENZARON LAS MIGRACIONES<br />LOS PIES SE ABOCARON A LA TIERRA LAS MANOS A LAS COSAS<br />LA CABEZA A LOS PAJARITOS<br />MI MITAD MÁS UNO ESTABA POR LA HUIDA DECISIVA AL OTRO<br />MUNDO<br />MIS VIEJAS MINORÍAS TAN EMPEÑOSAS VOCIFERABAN MEJOR<br />MORIR MEJOR MORIR<br />FUE ENTONCES QUE ME AGARRARON ESTOS SALVAJES DE LAS<br />TRIBUS PERDIDAS REJUNTADAS RENEGRIDAS DEL DESIERTO<br />Y ME ENSEÑARON A DESBROZAR MIS ESPEJISMOS ESPERAR<br />LAS NOCHES PROPICIAS OÍR SOBRE LA TIERRA LO QUE VIENE<br />Y AQUÍ ESTOY VUELAN MIS PIES MIS MANOS ROMPEN MI CABEZA<br />ESTÁ QUE TRINA<br />TENGO LISTO EL TRABUCO UNA BALSA DE PALMERA Y<br />ESPIGÓN PARA LOS DÍAS DE NOSTALGIA<br />LOS DE ACÁ ME HAN DICHO QUE AÚN VOLVERÁN AL CORAZÓN<br />LAS GRANDES OLAS UN POCO DE FRESCURA MAREMOTOS<br />TORMENTAS TRANSFORMACIONES.<br />ALBERTO SZPUNBERG<br /><strong><span style="font-size:85%;">(DEL LIBRO: EL CHE AMOR – 1965)</span></strong><br /><br /><br /><strong><span style="color:#cc0000;">ALBA DEL CHE</span></strong><br /><br />COMO QUIEN TOMA MATE, FRIE UN HUEVO<br />O ARREGLA LA CANILLA QUE GOTEABA,<br />CUANDO DIERON CON ÉL SE PREPARABA<br />A PONERSE LA PIEL DEL HOMBRE NUEVO.<br /><br />TAN NUEVO, TANTO, QUE NI ÉL, SIQUIERA,<br />PUDO SABERLO, Y SE CREYÓ PERDIDO<br />Y FRACASADO, ESE RECIÉN NACIDO<br />AL QUE TAN ENVIABLE VIDA ESPERA.<br /><br />ADÁN DE UN PARAÍSO CON MANZANAS<br />Y MOZART PARA TODOS, EN LA TIERRA,<br />NO LO CONTIENE EL ATAUD QUE ENCIERRA.<br /><br />SUS CENIZAS Y LÁSTIMAS HUMANAS:<br />MIENTRAS HIEDE, SE PUDRE Y DESVANECE<br />LO QUE QUIZO MATARLO, ÉL AMANECE.<br /><br /><span style="font-size:85%;"><strong>LUIS ALBERTO MURRAY<br />(DEL LIBRO: AMÉRICA CLAVADA EN MI COSTADO – 1968)</strong></span><br /></span></p><p align="justify"><span style="font-family:verdana;color:#000000;">A</span></p><p align="justify"><span style="font-family:verdana;"><span style="color:#000000;">A<br />A</span></p></span><p align="justify"><span style="font-family:verdana;"><span style="color:#cc0000;"><span style="font-size:130%;"><strong>Presentan un libro sobre el ex Servicio de Informaciones.</strong></span><br /><strong>Memorias de la Rosario oscura</strong></span><br />El resultado de años de investigación en “El Pozo”, plasmado en papel por la Editorial Prohistoria, será presentado el miércoles 4 de diciembre en el local de SADOP, Paraguay 1567, a las 19: 30 hs.<br /><br /><span style="font-size:85%;">La publicación aborda la problemática de la memoria del pasado reciente. Parte de alguna manera de la particularidad de la recuperación del principal Centro Clandestino de la ciudad de Rosario, El Pozo, que estaba ubicado en la ex Jefatura de Policía de Rosario. A partir de la recuperación material de ese espacio se implementó un proyecto de recuperación de la memoria, a partir de incluir al sobreviviente del Centro Clandestino, de sumar a jóvenes investigadores de la nuestra ciudad, de distintas disciplinas, en la construcción de esa memoria, y proponer una metodología de abordaje de qué hacer con estos lugares, que hay cientos en el país, para qué deberían ser recuperados y cómo finalmente debería ser incorporada nuestra comunidad en esa reconstrucción.<br />Silvia Bianchi, la directora del Equipo de Investigación por la Memoria Político – Cultural, sostiene sobre la obra que: “Así cómo de debe incluir en las políticas de salud, en las políticas de educación a la sociedad, acá también se incluye una propuesta de cómo hacer participar en esta recuperación y en esta sanación de esta tragedia histórica a la sociedad toda. Porque es algo que nos compete, esto más que nada a todos. Consiste básicamente en eso, y en poder reflexionar. Creo que una de las preguntas que debemos recuperar como pregunta fundante de nuestra cultura, que como toda cultura debe permanente pensar, ¿qué es la vida y qué es la muerte? Mientras no volvamos a hacer relacional esa pregunta fundante de cualquier cultura, que es lo que realmente se sostiene a lo largo del libro, da vuelta todo el tiempo esa pregunta. Después hay dos epílogos, con respecto a poder pensar esto que está todavía sin resolver”<br /></span><br /><strong>“El Pozo”<br />Del Equipo de Investigación<br />por la Memoria Política – Cultural<br />Prehistoria Ediciones.<br />Rosario, Octubre de 2008.<br />600 páginas. $ 85</strong></span><br /></p>QUEMAR LAS NAVEShttp://www.blogger.com/profile/16591292606503595068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2294484119710264635.post-6242744745948157612009-02-19T06:49:00.000-08:002009-02-19T06:52:09.627-08:00El eterno LEOPOLDO<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaINSvgbDnc9CTCKFDWsQ5RATmgfwSETVW5sUUhuVoXSvqVHhhRnKaA-jBQlXB1Opu6QinGuesCw9M8Lm41W-rOShEABSyencTgY9yuatOKCy1eMW6yx76ou82TMDBGngq8JjF7zwX3aID/s1600-h/images.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5304521308025970370" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 98px; CURSOR: hand; HEIGHT: 129px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaINSvgbDnc9CTCKFDWsQ5RATmgfwSETVW5sUUhuVoXSvqVHhhRnKaA-jBQlXB1Opu6QinGuesCw9M8Lm41W-rOShEABSyencTgY9yuatOKCy1eMW6yx76ou82TMDBGngq8JjF7zwX3aID/s320/images.jpg" border="0" /></a> <span style="font-family:verdana;">Leopoldo Marechal nació en Buenos Aires en 1900 y murió en 1970, dejando una obra literaria que comprende poesía, novelas, teatro y ensayos. Fue maestro y profesor de enseñanza secundaria. En los cursos de cultura católica fue adoctrinado en teorías platónicas y aristotélicas que, aplicadas por el a la estética, se reflejan en sus novelas y ensayos de la madurez, pero que ya habían sido anticipadas por su ensayo "Descenso y ascenso del alma por la belleza" (1939). En este libro revela Marechal la influencia que sobre sus teorías ejercieron las lejanas figuras de San Isidoro, San Agustín y Platon.<br />En la primera etapa de su vida literaria prevaleció la poesía. Después de publicar "Los aguiluchos"</span><a href="http://www.chaco.gov.ar/cultura/leopoldo%20marechal/imagenes%20marechal/Marechal_3.jpg"></a><span style="font-family:verdana;"> </span><a href="http://www.chaco.gov.ar/cultura/leopoldo%20marechal/imagenes%20marechal/Marechal_3.jpg"></a><span style="font-family:verdana;">(1922) se integro al grupo martinfierrista, y en Días como flechas (1926) recogió y profundizo las imágenes ultraístas y metáforas renovadoras del vanguardismo. En 1929, sus Odas para el hombre y la mujer ilustran ilustran una poética apoyada en el equilibrio de las formas clásicas y en las preocupaciones filosóficas relacionadas con el universo platónico en el cual hay orden, armonía y medida. Finalmente, en el "Heptamerón" de 1966 Marechal hace la "biografía" de su alma en siete cantos que desarrollan los grandes temas de su obra poética: la patria, la estética, la alegría, la vida y la muerte. Ese mismo año "El poema del robot" amplía esa temática confrontando el mundo del espíritu y la belleza, con el mundo demoniaco de la maquina, con la desalmada era industrial, siguiendo siempre fundamentos teológicos.<br />Después de muchos años de elaboración, publica en 1948 su famosa novela "Adán Buenosayres", donde el protagonista, en los tres días anteriores a su muerte, ejecuta un itinerario simbólico y metafísico por distintas zonas de la ciudad, conviviendo con innumerables personajes del arrabal y de las tertulias literarias que despliegan diferentes teorías de un lenguaje jocoso o de pretensiones serias.<br />En 1965 vio la luz, "El banquete de Severo Arcángelo" y al año siguiente un lenguaje titulado "Claves de Adán Buenosayres", donde un conjunto de datos y referencias que explican la génesis de esa novela y las claves teóricas que la sustenta. Es también autor de varias piezas teatrales entre las que se destaca "Antígona Velez" (1951).<br /></div></span>QUEMAR LAS NAVEShttp://www.blogger.com/profile/16591292606503595068noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2294484119710264635.post-24403893919610097272009-02-19T06:38:00.000-08:002009-02-19T06:42:42.979-08:00Simplemente PACO<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpznnRdO-ge0y-l7wLAHazOTd7H0Ds-WeKDWprR-a_zvhVGVDIFstBRo755AbJL65pzr813GJw5jJsp9rFPfWC0xzipysuP4097mttPuIFg2LsKcHalBjQfm97V67qiWEp9I96u7n8v1Rz/s1600-h/urondo01.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5304518687545846274" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 284px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpznnRdO-ge0y-l7wLAHazOTd7H0Ds-WeKDWprR-a_zvhVGVDIFstBRo755AbJL65pzr813GJw5jJsp9rFPfWC0xzipysuP4097mttPuIFg2LsKcHalBjQfm97V67qiWEp9I96u7n8v1Rz/s320/urondo01.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div align="justify"><span style="font-family:verdana;">Francisco "Paco" Urondo nació en Santa Fe en 1930. Poeta, periodista, académico y militante de la organización Montoneros, donde pertenecía al equipo de prensa.<br />Dió su vida luchando por el ideal de una sociedad más justa.<br />"No hubo abismos entre experiencia y poesía para Urondo." -dice Juan Gelman-, "corregía mucho sus poemas, pero supo que el único modo verdadero que un poeta tiene de corregir su obra es corregirse a sí mismo, buscar los caminos que van del misterio de la lengua al misterio de la gente.<br />Paco fue entendido en eso y sus poemas quedarán para siempre en el espacio enigmático del encuentro del lector con su palabra.<br />Fue -es- uno de los poetas en lengua castellana que con más valor y lucidez, y menos autocomplacencia, luchó con y contra la imposibilidad de la escritura. El 17 de junio de 1976, con motivo de una encerrona de fuerzas conjuntas de la policía y el ejército, muere en Mendoza. Tenía 46 años.</span></div>QUEMAR LAS NAVEShttp://www.blogger.com/profile/16591292606503595068noreply@blogger.com0